De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria. De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
La Tortura como único método para llegar a la razón, representa el pináculo de nuestra sociedad. Su correcta ejecución puede significar, en el mejor de los casos, el éxito y realización personal. No hay circunstancia en la cual la tortura no encaje, has de saberlo; bien puedes ejecutarla en el bar mitzvah de tu sobrino como en Júpiter, sí es que algún día llegas hallá.
Muy importante es, primero que nada, que seas un caballero. Ser un Caballero es muy diferente a ser hombre, lo opuesto a ser mujer aunque es muy parecido a ser unicornio. Un caballero es, por regla lógica, un hombre al cual le fascinan los caballos; debe amarlos de una forma enferma e irracional. Sí eres chica, crece y cuando seas mujer cierra esta página y no sigas leyendo esto porque esta guía es solo para miembros del club. Cuando estés bien seguro de que te encantan los caballos, debes conseguir varias cosas.
Creerás que a continuación habrá que coger el martillo y atormentar a tu víctima ¡No tan rápido! ya que necesitas portar la indumentaria adecuada. Puedes escoger entre un conjunto coqueto al combinar diversos colores. Esto te dará un toque atrevido y llamativo para la ocasión. Sí la tortura será por la noche, no olvides que el maquillaje es la clave; un buen maquillaje de noche no es realmente costoso y sí eres hábil lo puedes hacer tu mismo. Recuerda, el azul y el rosa, no combinan para nada así que evita utilizar mezclas psicodélicas, recuerda que vamos a torturar a alguien, no a desfilar en una pasarela de Tokyo.
Una vez hayas escogido el conjunto que usarás para la tortura, es totalmente imprescindible llevar la herramienta adecuada. No olvides que el bolso debe hacer juego con tu atuendo, no quieres hacer el ridículo cuando llegues a la fiesta escena del crimen. Lleva lo que sea más ligero y fácil de esconder, un rifle de asalto ruso, por ejemplo, no es tan fácil de cargar y menos sí usas un tacón alto, con un cúter basta así que no seas frenético.
Lleva contigo una venda elástica, venda, gafas oscuras o pegamento para zapatos; necesitas cubrir o sellar los ojos de tu víctima. Te preguntarás entonces ¿Por qué dedicamos tanto tiempo en escoger nuestro atuendo? No seas tontín, tontín. ¡Antes muertos que sencillos!
Para terminar con el segundo paso lleva en tu bolso vino tinto, copas (dos), un rastrillo, velas, cigarrillos, crema batida, loción de masaje y fragancias de frutos exóticos. No puedes olvidar esto, olvida el rifle pero jamás ¡Jamás! olvides las frutas exóticas.
La victima, es muy recomendable, se aun encuentro casual. Sí llevas la relación de tortura a más de un segundo encuentro, eso ya se formaliza y no queremos atarnos a ninguna víctima. Debes recordar eso. Ve a un bar de jazz, normalmente quien va a esos bares son personas perfectas para torturar porque siempre están dispuestos a experimentar. Puedes engatusar a tu víctima con temas conceptuales, política o simplemente di que te interesa la poesía de Mario Benedetti y verás como tendrás a tu alrededor a un montón de poetas emergentes dispuestos a contradecirte.
Una vez tengas la atención de varios presentes. Escoge al que tenga más barba de todos. En esos lugares todos tienen barba pero siempre habrá uno que tenga más. Deja que hable contigo, les encanta hablar, cuando sienta que está llegando a segunda base contigo, proponle ir a otro lado. Seguro aceptará. Pide al taxi que los lleve a la escena del crimen, sólo no lo llames escena del crimen. Di que es tu apartamento y conduce al taxista para que llegue al lugar adecuado. A la víctima realmente no le interesará a dónde vallan el igual va a cooperar.
Del bolso saca el vino y las copas. Sirve para él y para ti, bebe. Déjalo que siga hablándote. Muy seguramente para este punto él tratará de impresionarte con algo sobre las estrellas y el viento, tu finge interés y cuando se acerque lo suficiente como para enterrar en su ojo un clavo, tómalo y bésalo. Bésalo profundamente. Derrama el vino en su pecho, cubre sus ojos con la venda, quítale la camisa y tortúralo.
Cuando se acabe la bebida y las velas se hayan consumido, él estará exhausto y se quedará dormido. Enciende las velas a su alrededor, pínchate un dedo y dibuja una estrella en su pecho. Pínchale un dedo y con su sangre, ponte un lunar en la frente. Cuando esté completo el altar dirás con todas tus fuerzas: Viva la fiesta, Viva la noche...¡Vivan los Dj's! (diyeis) y rasúralo.
Cuando despierte no sabrá lo que le sucedió y creerá que utilizamos su cuerpo para algún ritual exagerado y vivirá preocupado por la terrible desaparición de su bello facial.
Ahora que sabes cómo torturar a alguien, recuerda que esta guía de tortura para ligar caballeros es sólo para miembros del club. ¡Nene!
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